Este post es la razón por la que comencé a escribir en Substack. Desde hace un tiempo me he sentido insatisfecho con las redes sociales y más incluso con el tiempo que paso en ellas. No es porque venga a dar una lección de productividad y de grind, ni a decir que deberías usar ese tiempo para generar altos retornos en poco tiempo con inversiones pasivas, para nada.
Mi experiencia con las redes sociales, actualmente, es que no hay nada que me guste o me interese, o siendo justos, en proporción hay pocas cosas que me gusten. Quizás sea porque estoy en la red equivocada y soy un anticuado, pero es que tengo la certeza de que en TikTok no voy a conseguir lo que estoy buscando.
Las redes sociales que utilizo ahora mismo son Twitter e Instagram. Facebook existe, pero la última vez que lo abrí debe haber sido hace más de dos meses y seguro que por error. Entre Twitter e Instagram paso el tiempo, salto de una a otra y en ninguna de las dos consigo nada interesante, todo el día es una búsqueda infructífera y termino así:
Por supuesto que esto es culpa mía. De nadie más. Que las aplicaciones sean malas y los algoritmos prioricen cosas distintas a lo que yo estoy buscando o me interese es otra cosa. Y otra categoría aparte es la porquería que es Instagram como aplicación. Es que no tiene sentido el dinero que tiene Meta, la cantidad de gente que trabaja en esos equipos y la disparatada cantidad de errores que te consigues en esa porquería de aplicación.
Este post consta de dos partes. Por si acaso, aclaro que esas partes son la primera y la segunda. Aclarado eso, en la primera — que es esta que estás leyendo, voy a hablar de Instagram. En la segunda, obviamente lo que toca es Twitter. Quizás pueda hacer más partes o extender estas dos, pero por ahora no es el plan, así que digamos que son dos partes.
Instagram: la tres en uno
Instagram es un asco. Sin embargo, ahí estoy todos los días fielmente para ver los videos de la cuenta número 763442 que el user es algún juego de palabras que incluye “pana” y “Venezuela.”
A pesar de ser una mierda, Instagram ha evolucionado muchísimo. Comenzó siendo una app de fotografía para intensos y exclusiva de iPhone. Aunque la lanzaron en 2010, fue apenas en 2012 que lanzaron una versión para Android. En esa época Instagram se veía así:
Qué bonita época en que todas las fotos tenían un bonito filtro sepia, o mejor aún, el filtro Valencia — todas las fotos tenían ese tono naranja tan entrañable. Nada podía malir sal. Lo único que sería una lástima, es que justo en 2012 alguien decidiera comprar Instagram, ¿verdad?
Instagram no tenía un plan de monetización claro y Facebook lo compró para terminar enfocando la monetización en publicidad. A partir de ahí se convirtió gradualmente en el pasillito de una vecindad donde la gente se ríe de padres explotando emocionalmente a sus hijos por una reacción en video y culos pelados.
Los cambios han sido motivados, generalmente, porque hay un nuevo competidor con un nuevo formato en el mercado. Instagram no quiere quedarse atrás, así que se adapta. Así llego a ser la tres en uno que es hoy en día. Ha habido, al menos, dos competidores importantes que moldearon Instagram en la porquería que es hoy: TikTok y Snapchat.
A Snapchat le robo las historias y a TikTok el centrarse en video (los reels de Instagram.) Normalmente, yo diría que si tratas de hacer todo a la vez, terminas no haciendo nada. Pero este no es el caso de Instagram, porque Instagram trata de ser tres o cuatro cosas a la vez y logra ser, pues, ni más ni menos que Instagram. O lo que es lo mismo, una putísima mierda.
Entonces, en Instagram veo: video-tras-video-tras-video… no recuerdo la última vez que vi una foto de alguien conocido. Cuando veo una foto suele ser un meme de las cuentas que se llaman MemesMuchaRisa
o algo por el estilo. Esas cuentas tienen 10 millones de seguidores y lo que alternan son culos anónimos etiquetados en cuentas falsas privadas para estafar, productos inútiles con sobreprecio y muy de vez en cuando, el meme que lamentablemente vi y suele ser algo como:
No hay esperanzas de mejora por lo pronto. Instagram se hizo un nicho y hay mucha gente que depende de Instagram para publicitar su trabajo. A Instagram eso no le hace mucha gracia y ha intentado tener exclusividad con tiendas de Instagram, dejar de mostrar las vistas o likes de los posts para que los influencers no los puedan usar de métricas y, sin embargo, esos experimentos no terminan de concretar en nada.
A la gente le gusta ver videos reciclados y memes culeros, nadie está dispuesto a usar una tienda de Instagram o mucho menos a mantenerlas más allá de las fotos y videos del feed, o de su propia web. Poner algo más en el medio es estúpido y la gente lo sabe.
Entonces, seguiremos usando Instagram para ver los peores tiktoks y screenshots de Twitter. Y para que muy de vez en cuando salga la foto de un conocido. Si tuviera que darle una puntuación, le doy 700/4.700.000 — la escala es el número de seguidores que tiene la cuenta de un huevo en Instagram.
En la segunda parte hablaré de Twitter y quizás un poco de los eventos de noviembre de 2022. Solo hay una forma de saber si hablo de ello.
Leyendo la segunda parte. Esa es la forma de saber si hablo de ello. Espera el próximo. 😌
A la espera de la segunda parte!
Debo reconocer que recientemente estoy usando TikTok para ver recetas de cocina, pero en el momento que el algoritmo me muestra alguna cuenta que me "podría" gustar, termino cerrando la aplicación para que evite consumirme datos/carga_en_el_móvil/minutos_de_mi_vida/la_vista
Gracias por este espacio que estás creando, estoy viendo que no soy el único "anticuado" que se piensa estancar en pocas redes sociales :)